domingo, 9 de diciembre de 2012

Vía intravenosa: elección, colocación y administración.

Es una de las cuatro vías parenterales para la administración de medicamentos al torrente circulatorio a través de las venas. 
De este manera los efectos farmacológicos serán más rápidos y se puede administrar otras sustancias que por otras vías no son tan efectivas ya que evita los procesos de absorción.

Zonas de administración:
  • Red venosa dorsal de la mano: venas cefálica y basílica.
  • Antebrazo: venas cefálica y antebraquiales.
  • Fosa antecubital: vena basílica (la de elección), vena cubital (es la de elección para las extracciones de sangre periférica, pero no para canalizar una vena, ya que su trayecto es corto) y vena cefálica (es difícil de canalizar porque no es recta y “se mueve” bastante).
  • Brazo: venas basílica y cefálica.
  • Red venosa dorsal del pie.
  • Zona inguinal: venas safena interna y femoral.
Nota: las venas del miembro inferior se usan con poca frecuencia por el riesgo de trombosis.

Factores previos a tener en cuenta:
  • La duración del tratamiento:  si se prevé que va a ser menor de 6 horas, se escogerá el dorso de la mano. Si se estima que la duración va a ser mayor, se preferirá el antebrazo.
  • El tipo de solución:  si es fleboirritante (soluciones ácidas, alcalínas o hipertónicas, de uso poco frecuente en atención primaria), se aconsejan las venas gruesas.
  • El tamaño de la aguja: para venas de pequeño calibre, agujas de pequeño calibre y para venas de mayor calibre, agujas de mayor diámetro. En los adultos los calibres que mas se emplean son el de 20G y el de 18G. En los niños y en los adultos en los que hay que elegir una vena de pequeño calibre, se utiliza el catéter de 22G o 24G.
  • El tipo de vena:  son de preferencia las venas que sean flexibles y rectas.  Está contraindicado pinchar cualquier trayecto venoso que esté inflamado.
  • La edad del individuo:  en los recién nacidos y los lactantes hasta el año de edad se escogen las venas epicraneales.  En los adolescentes y los adultos, las de la mano y el antebrazo.  En los ancianos se prefieren las venas del antebrazo ya que las de la mano, además de tener un trayecto bastante tortuoso, son difíciles de fijar a la hora de pincharlas (se mueven o “bailan”).
Material necesario:
  • Apósitos transparentes adhesivos.
  • Tiras o steristrip
  • Catéter intravenoso estéril  biocompatible, desechable, radiopaco y con código de colores ISO: 14G (naranja), 16G (gris), 18G (verde), 20G (rosa), 22G (azul) y 24G (amarillo). 
  • Garrote o compresor elástico.
  • Llave de tres pasos con alargadera y tapón.
  • Jeringa
  • Suero fisiológico
  • Gasas o algodón
  • Solución antiséptica (alcohol)
  • Guantes desechables
  • Empapador pequeño
  • Contenedor de residuos citostáticos
Procedimiento:

Lavado de manos con antiséptico o con agua y jabón.

Ponerse los guantes.

Colocar al paciente en una posición cómoda.

Explicarle el procedimiento si se encuentra consciente.

Coloque el compresor elástico a unos 10-15 cm por encima de la zona a observar.

Limpiar la zona con una gasa impregnada en solución antiséptica o con alcohol y espere unos segundos.

Observe y palpe los trayectos venosos.

Una vez seguros de la vena a canalizar, poner el empapador debajo del brazo, extraer el abbocath de su envoltorio y tener cerca las gasas.

Introducimos la aguja del abbocath con el bisel hacia arriba y nos cercionamos de que sale sangre por el capuchón trasero del fiador.

10º Tras esto introducimos el catéter poco a poco mientras vamos retirando el fiador o guía sin extraerlo totalmente.


11º Estabilizamos el catéter con la mano no dominante, haciendo presión sobre la vena justo por encima del punto de inserción y así evitaremos la salida de sangre.


12º Cogemos la llave de tres pasos con la alargadera ya purgada con suero, quitamos la guía y conectamos el catéter a la alargadera. Abrimos la llave e introducimos suero en la vía para limpiar el conducto y valorar la permeabilidad de la misma.



13º Quitamos el garrote.



14º Inmovilizar la vía colocando steristrip a modo de corbata y con los apósitos transparentes adhesivos dejando el punto de punción visible para su posterior control.


15º Anotar la fecha de realización de la canalización en el apósito.

16º Por último, anotamos la técnica en el registro de enfermería.

A continuación, os propongo que veáis este vídeo en el cual se ve la técnica:


En este vídeo se muestra una técnica de inmovilización de la vía incorrecta ya que como anteriormente he comentado se debe dejar el punto de punción a la vista para controlarlo posteriormente pues hay riesgo de flebitis.

Administración de medicación:

Se suele llevar a cabo de dos maneras:


  • Directa: administración del medicamento en forma de bolo, solo o diluido (normalmente en una jeringuilla de 10 ml, la cual contendría la sustancia a inyectar junto con suero fisiológico hasta completar los 10 ml).  Se usa pocas veces por las complicaciones a que puede dar lugar, ya que en general los medicamentos necesitan un tiempo de infusión más amplio que el que se obtiene con este procedimiento.
  • Por goteo intravenoso: forma de tratamiento empleada ante determinadas situaciones clínicas (crisis asmática, cólico nefrítico, etc.) o bien para permitir la derivación hospitalaria en unas condiciones adecuadas.

Enfermedades mentales: datos curiosos



Os propongo que los siguientes enlaces para saber mas noticias sobre este tema:

La hipocondría

Es una actitud que el individuo adopta ante la enfermedad. La persona hipocondríaca está constantemente sometida a un análisis minucioso y preocupado de sus funciones fisiológicas básicas, pensando en ellas como una fuente de enfermedad. La característica esencial de la hipocondría es la preocupación y el miedo a padecer, o la convicción de tener, una enfermedad grave, a partir de la interpretación personal de alguna sensación corporal u otro signo que aparezca en el cuerpo.

Estas personas se caracterizan porque intentan lamentarse con todos aquellos sujetos que se encuentren en su camino, contándoles lo mal que se sienten, lo que les cuesta sentirse bien consigo mismos, o incluso lo que les cuesta en sí dar con un especialista que les ayude de verdad.

Ven problemas donde no los hay, dolores donde realmente no los había, y sienten que se van a morir: palpitaciones, sudores, mareos, dolores de cabeza... Creen que los médicos no dicen la verdad y van de especialista en especialista tratando de escuchar lo que quieren oír, e incluso llegan a manejar el argot médico. El temor pasa a obsesión, la preocupación por tener una enfermedad eliminan las ganas de disfrutar de la vida. 
Síntomas:
  • Dirige toda su atención a las más mínimas manifestaciones orgánicas o funcionales de su cuerpo (latidos, molestias, dolores, picores, cambios en la piel...) fijándose principalmente por la cabeza y el cuello, los órganos del vientre, el tórax y la espalda, las piernas, los brazos, y finalmente los genitales.
  • Observa su cuerpo de manera excesiva con el objetivo de detectar algo anómalo, teniendo un interés por todo tipo de informaciones médicas.
  • Desconfían del médico, prefiriendo diagnosticarse ellos mismos
  • Si descubren cualquier síntoma, siempre tenderán a pensar que están ante algo grave... 
  • Sus molestias suelen desaparecer cuando están mucho más relajados y su mente distraída.
Tipos: 
  • Pasajera: se siente cuando lee algún tema relacionado con la sanidad o la medicina, y luego se le pasa por completo.
  • Leve: el paciente encuentra cierto alivio en las visitas a su doctor, llegando a aceptar que no está enfermo y eliminando por ende aquellas cuestiones que le preocupaban.
  • Grave: la obsesión afecta a su salud física y mental, llegando a afectar a su vida social: ausente y con déficit de atención.


Nos afecta a todos los enfermeros


Las leyes de Murphy:

1. La vena buena siempre está en el otro brazo.

2. Cualquier vendaje que se haya cortado con anticipación, resultará pequeño.

3. Existen dos tipos de esparadrapo, el que no se pega y el que no se puede despegar.

4. Cualquier respiro en el trabajo coincidirá con una urgencia inesperada de algún paciente.

5. Todo el mundo quiere un calmante al mismo tiempo.
6. Todos los que no quisieron un calmante cuando se les repartió, lo querrán cuando este tomando un café.

7. Si no estas segura de la dosis que se recetó y no lo compruebas, administraras la dosis equivocada.

8. Si lo compruebas, la dosis que ibas a administrar era la correcta.

9. Vaya mal lo que vaya mal, siempre habrá un compañero que se lo imaginaba.
10. Una buena enfermera es más importante que un médico.

11. No permitas que los médicos sepan que sabes más que ellos.

12. Pase lo que pase, aparentemente siempre fue premeditado.


Los mandamientos:

1. Amarás el modelo de Virginia Henderson sobre todas las cosas.

2. No dirás el nombre de Florence Nightingale en falso.

3. Purgarás los sueros.

4. No reencapucharás.

5. No harás curas con guantes impuros.

6. Devolverás el esparadrapo. No te harás tu propio botiquín.

7. Honrarás a los 5 correctos.

8. No te inventarás falsas tensiones ni pulsos.

9. No sondarás por el orificio incorrecto.

10. Criticarás a los médicos por encima de todo.


lunes, 19 de noviembre de 2012

En proceso de algo genial


Estamos en construcción...


Pero mientras tanto, comentar vuestras dudas existenciales

ANIMAROS!!!